Garantías en los contratos públicos: lo que necesitas saber

16 de diciembre de 2024

Las garantías en contratación pública son un mecanismo esencial para proteger los intereses de las administraciones públicas y garantizar el cumplimiento de las obligaciones de los licitadores y contratistas. Estas herramientas no solo previenen riesgos, como incumplimientos o daños, sino que también fomentan la confianza, la transparencia y la seguridad en el manejo de recursos públicos.

En este artículo exploraremos el marco normativo, los tipos de garantías, sus beneficios, obligaciones, excepciones y casos prácticos. Además, analizaremos cómo las garantías son un pilar clave para el éxito en los contratos públicos.

Qué son las Garantías en los Contratos Públicos

Las garantías son mecanismos que aseguran el cumplimiento de las obligaciones contractuales por parte de los adjudicatarios. Según la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP), estas garantías pueden ser económicas, patrimoniales o técnicas, y su objetivo es proteger los intereses de la administración ante posibles incumplimientos, defectos o demoras.

Son requeridas en diferentes etapas del contrato, desde la licitación hasta la ejecución, y su correcta constitución es fundamental para evitar penalizaciones o conflictos.

Propósitos clave de las garantías:

  • Proteger a la Administración Pública.
  • Cubren riesgos asociados al incumplimiento de las obligaciones contractuales.
  • Responden a daños económicos o de ejecución.
  • Asegurar el cumplimiento del contrato.
  • Garantizan la ejecución dentro de los plazos establecidos.
  • Respaldan la entrega de bienes o servicios conforme a las condiciones pactadas.
  • Fomentar la seriedad de las ofertas.
  • Filtran licitadores que no tienen intención real de cumplir.

Marco Normativo de las Garantías en Contratación Pública

El marco legal está definido principalmente por la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público (LCSP), que regula de forma clara cómo deben constituirse y gestionarse las garantías. Además, se complementa con normativas europeas, reglamentos sectoriales y leyes autonómicas.

La regulación de las garantías se encuentra detallada en los artículos 106 a 113 de la LCSP. Esta normativa establece:

  • Cuándo se deben presentar las garantías.
  • Qué tipos de garantías se pueden utilizar.
  • Condiciones para la devolución una vez cumplidas las obligaciones contractuales.

Garantía Provisional: Características y Excepcionalidad

Esta garantía asegura la seriedad del licitador durante el proceso de licitación. La garantía provisional representa un mecanismo excepcional en la contratación pública que solo procede cuando el órgano de contratación lo justifique por motivos de interés público.

  • Su importe máximo está limitado al 3% del presupuesto base de licitación, excluyendo el IVA.
  • Para contratos divididos en lotes, esta garantía se calcula únicamente sobre el importe de los lotes a los que se presenta oferta.
  • En el caso de acuerdos marco y sistemas dinámicos de adquisición, se establece a tanto alzado, siempre respetando el límite del 3% del valor estimado.
  • La garantía provisional se puede constituir en efectivo, mediante valores de deuda pública, avales bancarios o seguros de caución.
  • Se extingue automáticamente tras la perfección del contrato.

Ejemplo práctico:

En una licitación de servicios de limpieza para un ayuntamiento, el licitador debe presentar una garantía provisional del 3% del presupuesto base, demostrando que tiene intención de formalizar el contrato si resulta adjudicatario.

Garantía Definitiva: Elemento Central de la Contratación

La garantía definitiva constituye un elemento fundamental en la contratación pública. Su objetivo principal es asegurar la correcta ejecución del contrato y proteger los intereses de la Administración.

  • Estableciéndose en un 5% del precio final ofertado, sin incluir el IVA.
  • Los licitadores que presenten las mejores ofertas deben constituirla a disposición del órgano de contratación.
  • Existen excepciones justificadas para ciertos casos como suministros de bienes consumibles o servicios sociales, aunque nunca para contratos de obras o concesiones.
  • Esta garantía puede constituirse mediante efectivo, valores, avales bancarios, seguros de caución o, cuando los pliegos lo contemplen, mediante retención en el precio.

Ejemplo práctico:

En un contrato de suministro de equipos médicos, la empresa adjudicataria presenta una garantía definitiva del 5%, que cubre posibles retrasos o defectos en los productos.

Garantía Complementaria: Protección Adicional

La garantía complementaria, adicional a la garantía definitiva, surge como un instrumento de protección adicional que puede alcanzar hasta un 5% del precio final ofertado (pudiendo alcanzar la garantía total un 10% del citado precio).

Se aplica en casos especiales donde, debido al riesgo asumido por el órgano de contratación, la naturaleza del contrato, el régimen de pagos o las condiciones de cumplimiento, resulta aconsejable incrementar la garantía.

Es particularmente relevante en situaciones donde la oferta del adjudicatario estaba inicialmente en presunción de anormalidad. Esta garantía refuerza la seguridad de la Administración en contratos de especial complejidad o riesgo.

Cómo constituir y gestionar la garantía en un contrato público

El proceso de constitución de garantías incluye:

  1. Identificación de requisitos: Lee los pliegos de licitación para entender qué tipo de garantía se requiere.
  2. Elección del instrumento: Decide entre efectivo, aval bancario o seguro de caución.
  3. Presentación: Entrega la garantía en el plazo establecido.
  4. Gestión: Mantén actualizada la documentación durante toda la vigencia del contrato.

Responsabilidades Cubiertas por las Garantías y Beneficios

Las garantías responden de diversos aspectos fundamentales en la contratación pública: la formalización del contrato en plazo, las penalidades impuestas al contratista, la correcta ejecución de las prestaciones incluyendo las mejoras ofertadas, los gastos por demora, los daños y perjuicios ocasionados, y la inexistencia de vicios o defectos durante el plazo de garantía.

En el caso de contratos de obras, servicios y suministros, también cubren posibles deficiencias en los bienes construidos o servicios prestados durante el período de garantía establecido.

Los beneficios que reportan:

  1. Protección mutua: Aseguran a ambas partes el cumplimiento de las obligaciones pactadas.
  2. Credibilidad: Refuerzan la confianza entre el contratista y la administración.
  3. Transparencia: Facilitan un entorno de contratación pública más justo y seguro.

Ejemplos prácticos de garantías en contratos públicos

Construcción del Hospital de Madrid Nuevo Norte: En este proyecto, se requirió una garantía definitiva del 5% del importe adjudicado, asegurando la correcta ejecución de las obras.

Suministro de equipos médicos en Andalucía: Durante la pandemia, varios contratos de emergencia incluyeron garantías provisionales para garantizar la seriedad de las ofertas presentadas.

Mantenimiento de carreteras en Castilla y León: Una empresa de servicios utilizó un aval bancario como garantía definitiva para cumplir con los plazos y estándares técnicos requeridos.

Garantías Prestadas por Terceros

Las garantías prestadas por terceros presentan características específicas en la contratación pública. Los avalistas o aseguradores no pueden utilizar el beneficio de excusión del Código Civil y son considerados parte interesada en los procedimientos. En el caso de seguros de caución, el contratista actúa como tomador y la Administración como asegurado, siendo especialmente relevante que la falta de pago de la prima no afecta a la validez de la garantía ni libera al asegurador de sus obligaciones.

Preferencia en la Ejecución

La Administración mantiene una posición privilegiada en la ejecución de garantías, teniendo preferencia sobre cualquier otro acreedor, independientemente de la naturaleza del crédito. Cuando la garantía resulta insuficiente, la Administración puede cobrar la diferencia mediante el procedimiento administrativo de apremio. En situaciones de concurso, estos créditos gozan de privilegio general, reforzando la posición de la Administración en la protección de sus intereses.

Devolución y Cancelación

La devolución o cancelación de las garantías requiere el vencimiento del plazo de garantía y el cumplimiento satisfactorio del contrato.

La Administración dispone de dos meses para notificar el acuerdo de devolución desde la finalización del plazo. En caso de demora imputable a la Administración, deberá abonar intereses. Para contratos menores o cuando el adjudicatario sea una PYME, los plazos se reducen significativamente, facilitando la recuperación de las garantías para estas empresas.

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Las garantías en los contratos públicos son fundamentales para asegurar la transparencia y el éxito en las relaciones con la administración. Ya sea una garantía provisional, definitiva o complementaria, contar con el respaldo de expertos marca la diferencia.

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