Adjudicatario en Licitaciones Públicas

25 de noviembre de 2025

Adjudicatario en licitaciones públicas: qué significa y cuáles son sus obligaciones

Life Sector Público ofrece un análisis claro y riguroso del concepto de adjudicatario en licitaciones públicas, una figura central en la contratación pública y determinante para la correcta ejecución del contrato. Ser adjudicatario implica derechos, obligaciones y responsabilidades jurídicas que deben conocerse con precisión para evitar incumplimientos y garantizar una ejecución adecuada.

 

Qué es un adjudicatario en una licitación pública

El adjudicatario es el operador económico cuya oferta ha sido valorada como la más ventajosa conforme a los criterios establecidos en los pliegos y, por tanto, ha sido propuesta para la adjudicación formal del contrato. Este nombramiento se produce tras un procedimiento reglado que garantiza igualdad, libre concurrencia y transparencia.

Convertirse en adjudicatario no supone aún ser contratista: la adjudicación debe formalizarse mediante la firma del contrato dentro del plazo legalmente previsto. Solo entonces el adjudicatario pasa a tener la condición plena de contratista.

 

Cómo se determina quién es el adjudicatario

El adjudicatario se determina aplicando los criterios de adjudicación definidos en el pliego, que pueden incluir:

  • Criterios evaluables mediante fórmulas (precio, eficiencia energética, niveles de servicio medibles).
  • Criterios evaluables mediante juicio de valor (calidad técnica, metodología, diseño de ejecución).
  • Combinaciones de ambos criterios conforme a la ponderación establecida.

El órgano de contratación valora las ofertas y elabora una propuesta de adjudicación motivada. Posteriormente, dicta la resolución de adjudicación, que debe ser notificada y publicada en el perfil del contratante.

 

Documentación que debe aportar el adjudicatario

Una vez propuesta la adjudicación, la normativa exige que el adjudicatario presente documentación que acredite el cumplimiento definitivo de requisitos. Habitualmente debe aportar:

  • Certificaciones actualizadas que acrediten no estar incurso en prohibiciones para contratar.
  • Acreditación de solvencia definitiva, en caso de que el pliego lo exija.
  • Justificación de bajas anormales, si ha sido requerido.
  • Garantía definitiva, cuando proceda.
  • Declaraciones responsables, seguros o planes específicos relacionados con la ejecución.

El incumplimiento de la obligación de presentar esta documentación puede impedir la formalización del contrato.

 

Formalización del contrato y efectos jurídicos

Formalizar el contrato convierte al adjudicatario en contratista, con todos los derechos y obligaciones que establece la ley y los pliegos. La formalización:

  • Debe realizarse dentro del plazo establecido una vez notificada la resolución de adjudicación.
  • Obliga al adjudicatario a cumplir íntegramente las condiciones de su oferta.
  • Activa el inicio del plazo de ejecución o la fecha prevista en el contrato.

A partir de este momento, la relación contractual se rige por la normativa de contratación pública y por los pliegos que forman parte del contrato.

 

Obligaciones principales del adjudicatario

Una vez formalizado el contrato, el adjudicatario debe cumplir una serie de obligaciones que derivan de la normativa y de los pliegos:

  • Ejecutar el contrato conforme a lo ofertado y dentro de los plazos previstos.
  • Aportar los medios personales y materiales comprometidos.
  • Garantizar la calidad del servicio o de la obra.
  • Respetar normas laborales, de seguridad, salud y prevención de riesgos.
  • Facilitar la supervisión y el control por parte de la Administración.
  • Mantener la solvencia y las condiciones que permitieron la adjudicación.

El incumplimiento puede dar lugar a penalidades, rescisión del contrato o responsabilidades económicas.

 

Derechos del adjudicatario

El adjudicatario también tiene derechos reconocidos por la normativa y los pliegos:

  • Derecho a formalizar el contrato dentro de los plazos previstos.
  • Derecho a percibir el precio por la correcta ejecución del contrato.
  • Derecho a solicitar modificaciones cuando procedan con arreglo a la ley.
  • Derecho a presentar alegaciones en caso de penalidades, incidencias o resoluciones de la Administración.
  • Derecho a la revisión de precios, cuando el contrato lo permita.

Estos derechos deben ejercerse siempre dentro del marco jurídico aplicable.

 

Causas que pueden impedir la formalización por parte del adjudicatario

Existen situaciones que pueden impedir que el adjudicatario llegue a formalizar el contrato:

  • No presentación de la garantía definitiva.
  • No acreditación de la documentación requerida por el órgano de contratación.
  • Incurrir en una prohibición para contratar sobrevenida.
  • No justificar adecuadamente una oferta presuntamente anormal.
  • Renuncia expresa a la adjudicación.

En estos casos, la Administración puede adjudicar el contrato al siguiente licitador mejor valorado.

 

Consecuencias de incumplir las obligaciones del contrato

El incumplimiento del adjudicatario puede generar consecuencias relevantes, entre ellas:

  • Penalidades económicas.
  • Resolución del contrato por incumplimiento culpable.
  • Ejecución de la garantía definitiva.
  • Reclamación de daños y perjuicios.
  • Inhabilitación temporal para contratar, cuando la ley lo permita.

Una gestión contractual adecuada minimiza riesgos y garantiza un desarrollo eficiente del contrato.

 

Conclusión

El adjudicatario en licitaciones públicas es el operador que ha presentado la oferta mejor valorada y que, una vez formalizado el contrato, asume la condición de contratista. Conocer sus derechos, deberes y responsabilidades es esencial para evitar riesgos jurídicos y asegurar una correcta ejecución del contrato.

Life Sector Público asesora a empresas y administraciones en todas las fases del procedimiento de adjudicación, garantizando rigor técnico, seguridad jurídica y acompañamiento especializado.

 

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