Liquidación de un Contrato Público

27 de marzo de 2025

La liquidación de un contrato público es una fase esencial dentro del ciclo de vida de un contrato administrativo. Su correcta ejecución garantiza la transparencia y la seguridad jurídica en la finalización de las obligaciones contractuales, determinando el saldo final a favor o en contra del contratista.

Este proceso implica la comprobación, medición y valoración de los trabajos ejecutados, así como la resolución de posibles discrepancias entre la Administración y el contratista.

Marco Normativo

La liquidación de los contratos públicos en España está regulada principalmente por la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público (LCSP), que establece los procedimientos y requisitos a seguir. Entre otros aspectos clave, la LCSP regula los siguientes elementos fundamentales:

  • Obligación de realizar una liquidación final tras la finalización del contrato.
  • El papel del plazo de garantía como condición previa a la liquidación definitiva.
  • Las responsabilidades del órgano de contratación y del contratista en este proceso.
  • La posibilidad de revisión de precios y ajustes por modificaciones contractuales.

Además, la normativa contempla que la liquidación debe ajustarse a los principios de transparencia y eficiencia en la gestión pública. Según el artículo 216 de la LCSP, la liquidación del contrato debe realizarse dentro del plazo establecido en los pliegos administrativos, asegurando la correcta finalización de la relación contractual.

La Ley General Presupuestaria (Ley 47/2003, de 26 de noviembre) también juega un papel crucial, ya que establece los criterios para la ejecución del gasto y la asignación de fondos en la liquidación de contratos públicos. Cualquier saldo pendiente derivado de la liquidación debe estar debidamente consignado en los presupuestos generales del Estado o de la Administración correspondiente.

En el ámbito de la contratación europea, las directivas comunitarias en materia de contratos públicos (como la Directiva 2014/24/UE sobre contratación pública) establecen principios de libre concurrencia, no discriminación e igualdad de trato, que deben ser observados también en el proceso de liquidación contractual.

Procedimiento de Liquidación de un Contrato Público

El proceso de liquidación de un contrato público se desarrolla en varias etapas, las cuales deben seguirse rigurosamente para evitar conflictos o impugnaciones posteriores. Estas fases incluyen:

Certificaciones de Obra o Servicio

Las certificaciones son documentos que acreditan la ejecución parcial de un contrato. Pueden ser mensuales o finales, y su emisión está sujeta a la aprobación del órgano contratante. Su objetivo principal es cuantificar la ejecución de la prestación y garantizar que los pagos realizados hasta el momento sean coherentes con el desarrollo contractual. Es fundamental que la Administración lleve un control exhaustivo de las certificaciones emitidas y las cantidades abonadas para evitar posibles discrepancias en la liquidación final.

Aprobación de Certificaciones y Pagos

Una vez emitidas, las certificaciones deben ser aprobadas por la Administración, reconociendo oficialmente la obligación de pago. En el caso de contratos de obra, la aprobación debe ajustarse a los límites presupuestarios establecidos en la legislación de gasto público. Adicionalmente, el contratista podrá presentar reclamaciones si considera que existen desfases entre los pagos realizados y los trabajos efectivamente ejecutados, lo que puede derivar en una revisión de la certificación aprobada.

Acta de Recepción

Este documento certifica que el contrato ha sido ejecutado conforme a lo estipulado. En contratos de obra, la recepción marca el inicio del plazo de garantía, periodo en el que el contratista sigue siendo responsable de posibles defectos o vicios ocultos. En esta etapa, es clave la inspección técnica de la obra o servicio ejecutado, así como la elaboración de un informe de recepción que indique posibles deficiencias o incumplimientos contractuales que puedan afectar la liquidación final.

Liquidación Final

Tras la finalización del plazo de garantía, se procede a la liquidación final del contrato, donde se regularizan posibles desajustes y se determina el saldo definitivo. En esta etapa se tienen en cuenta:

  • Posibles modificaciones contractuales.
  • Penalizaciones o compensaciones derivadas de incumplimientos.
  • Ajustes por variaciones en el alcance de la prestación.
  • Costes adicionales reconocidos y justificados.

Una liquidación bien ejecutada debe incluir un informe detallado que justifique los ajustes realizados y los pagos finales efectuados, asegurando así la conformidad de ambas partes y evitando futuras reclamaciones.

Jurisprudencia y Resoluciones Administrativas

La jurisprudencia ha clarificado diversos aspectos relativos a la liquidación contractual. Por ejemplo, la Sentencia del Tribunal Supremo n.º 1588/2021, de 23 de diciembre, establece que las certificaciones parciales no constituyen pagos definitivos, sino avances sujetos a regularización en la liquidación final.

Asimismo, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) ha resuelto numerosos casos en los que se han impugnado liquidaciones contractuales, destacando la importancia de documentar debidamente cada fase del proceso.

Otra resolución destacada es la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid n.º 115/2020, que recalca que la Administración tiene la obligación de justificar adecuadamente los ajustes realizados en la liquidación y dar audiencia al contratista para evitar vulneraciones de sus derechos.

Implicaciones Prácticas y Recomendaciones

Para evitar conflictos durante la liquidación de contratos públicos, es recomendable:

  • Documentar detalladamente la ejecución del contrato, incluyendo certificaciones, pagos y modificaciones contractuales.
  • Cumplir estrictamente con los plazos de certificación y pago establecidos en el contrato para evitar retrasos y sanciones.
  • Mantener una comunicación fluida con la Administración para resolver cualquier discrepancia de forma temprana.
  • Realizar revisiones y auditorías internas antes de la liquidación final para garantizar que se han cumplido todas las condiciones contractuales.
  • En caso de controversias, acudir a la vía administrativa antes de recurrir a instancias judiciales, minimizando costes y tiempos de resolución.

Consideraciones Finales

La liquidación de un contrato público es una fase crucial en el ciclo de vida de cualquier contrato administrativo. Su correcta ejecución no solo garantiza el cierre formal de las obligaciones contractuales, sino que también refuerza la seguridad jurídica de las partes involucradas. La adecuada planificación y gestión de esta fase pueden evitar litigios innecesarios y asegurar que los recursos públicos sean utilizados de manera eficiente y transparente.

En LIFE Sector Público, contamos con un equipo de expertos en contratación pública que pueden asesorarle en cada etapa del proceso de liquidación contractual.

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